Emprendedores Politicos Noticias
Por Héctor Garcés
La política debería ser entendida siempre como diálogo, un puente para establecer puntos en común más allá de las diferencias ideológicas que puedan existir entre los colores partidistas, sobre todo cuando ya representan un nivel de gobierno, un cargo de elección popular.
Sin embargo, hay quienes se aferran a entender la política como una confrontación permanente, una batalla que rebasa el periodo electoral y la cita con las urnas y, por tanto, quebranta la relación y el orden institucional, siendo el único y real afectado el pueblo.
En política, las ausencias de una autoridad en un acto público tienen un significado.
La inasistencia, sin justificar, de una alcaldesa a un evento donde está el gobernador del estado acompañado de su esposa, la presidenta estatal del DIF, tiene un claro significado: rompe abiertamente con la institucionalidad que debería prevalecer entre dos niveles de gobierno.
Fue el caso de la alcaldesa de Xicoténcatl, Noemy González Márquez, quien no asistió ayer al evento en que el gobernador Américo Villarreal y su esposa María de Villarreal apadrinaron a una generación de estudiantes que egresó de una escuela primaria de un ejido de ese municipio de la zona cañera tamaulipeca.
Así es: se trataba de un acto en que 17 niños decían adiós a la educación básica, una etapa que se quedará guardada con cariño y nostalgia en su memoria.
Además, la ceremonia era más que simbólica desde la perspectiva educativa y de la justicia social: el gobernador y su esposa son los padrinos de un grupo de niños estudiantes del ejido ‘Segunda Unidad’ de Xicoténcatl.
Incluso, en esa escuela que tiene por nombre un símbolo tamaulipeco (‘doctor Norberto Treviño Zapata’), estuvieron también presentes los representantes de los otros dos poderes constitucionales del estado, el Legislativo y el Judicial, a través de la diputada Úrsula Patricia Salazar Mojica y el magistrado presidente David Cerda Zúñiga.
Es decir, en esa escuela primara ejidal federalizada estuvieron los tres poderes del estado, en un simbólico mensaje político y, sobre todo, institucional.
¿Quién no estuvo en la ceremonia de graduación de los niños? ¿Quién se negó a asistir al evento? La alcaldesa de Xicoténcatl, la panista Noemy González Márquez.
Por supuesto, su ausencia generó todo tipo de críticas en la localidad. Las especulaciones estuvieron a la orden del día. Su inasistencia revela falta de compromiso en la relación institucional con el gobierno estatal.
Para la prensa, la actitud de Noemy González Márquez tiene que ver directamente con el grupo político al que pertenece, con el que llegó al poder del municipio cañero, el feudo de un cacicazgo.
La panista Noemy González Márquez es alcaldesa de Xicoténcatl desde 2018 y está a punto de concluir su segundo periodo de gobierno. Así es, estuvo seis años en la presidencia municipal, un cargo que heredó de su esposo, el actual diputado federal y próximo diputado local por la vía plurinominal, Vicente Verástegui Ostos.
Hermano de César ‘El Truco’ Verástegui, ‘Chente’, sumamente cuestionado por sus virulentos y agresivos excesos verbales, fue alcalde en el bienio 2016-2018.
Claro, todos ellos, incluida Noemy, forman parte del devaluado grupo del exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca, el prófugo de la justicia. De ahí, justo de ahí, proviene esa negativa actitud de la alcaldesa saliente de Xicoténcatl que evita sostener una relación respetuosa e institucional con el gobierno estatal.
En otras palabras, si obedeces, si todavía hablas con Cabeza de Vaca, te diré quién eres…
Los ciudadanos y, en especial, los niños que egresan de una escuela primaria ejidal merecen una autoridad local que se conduzca con civilidad y urbanidad política… y que no obedezca a prófugos de la justicia.
